Cerramos aquí estos aportes
iniciales sobre la batalla de la Gudiña, una de las grandes batallas de la Caballería
española.
Para los más cercanos,
conocedores de Badajoz, volvemos a señalar su ubicación: Los españoles procedentes
de la zona de Gévora, pasando el puente de Cantillana, se dirigieron a las
alturas de Santa Engracia, Caballería en las alas, Infantería en el centro y
por delante de este centro la Artillería. La marcha más acelerada de la
Caballería hace que ocupen las alturas con gran ventaja sobre la Infantería,
distintas fuentes señalan que la Artillería también llegó antes que la Infantería
por lo que deducimos que iría arrastrada o montada.
La Caballería de la
izquierda se sitúa en la zona entre el depósito de agua de la Luneta y la
desaparecida barriada de las Cuestas y la de la derecha lo hace al norte de la
autovía, en zona de un gran cortijo allí situado, la actual autovía sería el
centro del despliegue, que viene determinado en su frente por la carretera de Campo
Mayor.
Despliegue sobre un plano de 1750, en rojo: Badajoz, Atalaya del Rey, Ermita de S Atón y Casa de las Chimeneas |
Los aliados ocupan también
un gran frente, una vez pasado el Caya y el arroyo Godinha; la derecha podría
estar en la zona sur de la Urbanización Río Caya, explotación agrícola Las
Rocillas, y la izquierda muy cerca de la carretera en su entrada a Portugal,
por donde deben estar los restos, si es que no se conserva aún, de la llamada Casa de
las Chimeneas.
La descripción de la batalla
la leemos a continuación, versión oficial publicada en Sevilla poco después del
encuentro, y conservada en la Biblioteca Nacional de España. Nuestro
agradecimiento al profesor Julián García Blanco y a Carlos Sánchez Rubio, una vez más.
Biblioteca Nacional de España R: 60361 |
RELACIÓN DE
LA BATALLA DE LA GUDIÑA, SUCEDIDA EL DÍA SIETE DE MAYO DE 1709. Biblioteca
Nacional, R: 60361.
Aviendo tenido noticia el Marqués de Bay que los
Enemigos querian passar el Caya para atacarle, fue a marcar un Campo de
Batalla, a fin de recibirlos, un quarto de legua más allá de la Atalaya del
Rey; y como avian pasado cinco o seis días, sin que ellos hiziesen movimiento
alguno, juzgó el Marqués huviese mudado de dictamen; pero deseando llegar a las
manos con ellos, dispuso un Forrege en los trigos de Campo Mayor, lo que
executó el día siete, saliendo del Campo al amanecer con toda la Cavallería
ensillada y armada, aviendo destacado la noche antes quinientos cavallos
escogidos mandados por el Brigadier Don Gonçalo de Carvajal. Llegados al parage
destinado para el forrage encontraron con las partidas de el Enemigo, que
hazian el suyo en el mismo puesto, donde se les quitaron algunos Cavallos,
obligando a sus Forrageadores a retirarse a su Campo, distante un cuarto de
legua de allí. Puestas las Escoltas se ejecutó sin oposición alguna el forrage,
hasta que descubriendo el Marqués de Bay, se ponía en Batalla el Exercito de
los Enemigos, y baxando a el Caya para passarle, se vino retirando poco a poco,
con la Cavallería en dos columnas, hasta la Casa que llaman de la Chimenea,
donde hizo alto en Batalla; y como avía juzgado podía atraer con este forrage
el Exercito de los Enemigos, a un combate general; sin embargo de tener la
superioridad de treze Batallones más, y todos ellos (menos los Ingleses) mucho
más numerosos que los nuestros, tenía mandado que toda la Infantería marchasse
en dos columnas hasta la Atalaya del Rey, haziendo allí alto, hasta nueva
orden.
Al sur de la Urbanización Río Caya, la línea de árboles marca el curso del Caya. En esta zona delplegaba el flanco derecho de los aliados |
A las onze de la mañana se reconoció passava el Caya
todo el Exercito, y venían abançando azia nosotros, lo que obligó luego al
Marqués a hazer abançar la Infantería, a ponerse en batalla, con orden a la
Cavallería de la izquierda de marchar para ocupar su puesto, lo que se executó
luego.
Assimismo mandó al Teniente General de la Artillería
D. Carlos de Boysloge hiziesse abançar la Artillería, que se dispusso en
diferentes parages, los más a proposito. Quando empezaron a acercarse los
enemigos, se reconoció se estendía con su mayor fuerça a su izquierda,
procurando coger por los flancos nuestra derecha: lo que obligó al Marqués a
hazer un movimiento para evitar este inconveniente, con orden a los Marqueses
de Aytona y de Caylus de marchar, y prevenir los Enemigos, atacándoles antes de
que pudiesen echarse más sobre su derecha: lo que executaron tan a propósito y
con tanto valor, que lograron romper las medidas de el Enemigo y su Cavallería,
cortándoles de su Exercito tres Batallones Ingleses, que se avian apoderado de
la Casa, y de ocho piezas de Artillería, que allí tenían, no obstante todo el
fuego, que aguantaron de los referidos tres Batallones.
Brigada "Extremadura" XI: Banderines de escuadrón del GCAC "Calatrava" II/16 |
Milor Gallobay (que estava en la misma Casa) se retiró
con dos Oficiales por la parte de Higuela, al tiempo que los Dragones ban
acabando de derrotar la primera y segunda línea de su Cavallería, aviendo
llegado la nuestra a cargar su Cuerpo de Infantería a cuchilladas, donde huvo
algunos cavallos muertos de los nuestros, y heridos de Bayonetas.
Al mismo tiempo se mandó marchar en batalla toda la
Infantería a cargar con orden a la Cavallería, mandada por el Conde de Fienes y
Marqués de Navamorquende, de atacar la Cavallería de los Enemigos por el
flanco, los que seguidos de la segunda línea, mandada por el Teniente general
Don Joseph de Armendáriz; executaron con tanto brío y promptitud, que
derrotaron enteramente las dos líneas de la Cavallería Enemiga; y aunque tenía
orden el Cuerpo de Infantería de cargar la del Enemigo al mismo tiempo, no
consiguió lograrlo por la brevedad con que la de los Enemigos practicó su
retirada, viéndose totalmente abandonada de su Cavallería; y aunque se les fue
siguiendo por una llanura de dos leguas, nunca consiguió la Infantería poder
darles alcance, aunque nuestra Cavallería de ambas alas los iba picando con
inmediación y se cree huvieran logrado romperla si la mayor parte de ella no huviera
seguido con demasiado ardor la del Enemigo hasta Campo Mayor y Yelves.
Nuestra Artillería, mandada por el Teniente General de
ella Don Carlos de Boysloge, obró admirablemente, no aviendo cesado de cargar a
los Enemigos hasta la Gudiña, lo que se debe atribuir a la buena disposición e
inteligencia del dicho Boysloge.
No se puede alabar bastantemente el valor de toda la
Cavallería del Rey, y particularmente los Dragones que fueron a cargar los
primeros con el Marqués de Caylus, tan a tiempo que rompieron el designio que
tenían los Enemigos de atropellar con sus mayores fuerças nuestra derecha por
los flancos.
DE FER, Nicolas: “Campemens des Armees aux frontiers d'Espagne, et du Portugal en L'anne 1709”. ..París, 1709. Biblioteca Nacional de España, signatura GMG/126, Vol. 3, parte 1, n° 18. |
Se les ha tomado toda su Artillería y Tren, y Sus
Pontones, Fraguas y Carros matos que tenían de la otra partte del Caya, siete
Vanderas, ocho Estandartes, sin otros que no se han descubierto y diferentes
esparcidos: saquearon la mayor parte de su Campo. Tendremos cerca de dos mil
prisioneros, entre ellos tres Batallones Ingleses, con todos sus Oficiales, el
Maestre de Campo General Conde de San Juan, un Mariscal de Campo, un Teniente
General reformado y dos Brigadieres y otros diferentes Oficiales. Se supone que
entre muertos, heridos y prisioneros consiste su pérdida en quatro mil hombres;
la nuestra no excede de trescientos Cavallos, y ningunos Oficiales de
distinción muertos o heridos, sino es Don Antonio de Leyva y Don Bernardo de
Salas, Teniente Coronel del regimiento de Armendáriz, que uno y otro quedan
heridos de peligro.
El Teniente General Don Alonso de Escovar y el
Mariscal de Campo Don Juan Antonio Montenegro, que mandaban la derecha de la
segunda línea, se han portado tan bien como todos los demás.
---------- Con licencia. En Sevilla, este año de
1709.----------------------------
Convento de los Padres, donde fue enterrado el coronel Antonio de Leyva, muerto en la batalla |
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