martes, 9 de junio de 2020

Libros de soldados: "Enrique Segura Otaño. La espada y la pluma"


El teniente coronel Enrique Segura Otaño es, sin duda alguna, una de las figuras más importantes de la cultura extremeña en el Badajoz del siglo XX. Por su producción literaria en general, por su gestión cultural y por su influencia social.
Su formación militar contrastada en combate, sus aportes a las relaciones internacionales desde su puesto de destino y su comportamiento leal en momentos trágicos de España, retratan perfectamente al disciplinado soldado que fue, como tantos otros, mal pagado por el poder político y bien alabado y respetado por sus conciudadanos. Tiempo habrá de ocuparnos en detalle de este viejo soldado que sirvió en el Regimiento “Castilla”. De este navarro que entre nosotros se quedó como Hijo Adoptivo de Badajoz y reconocido intelectual.



IGLESIAS SEGURA, Manuel, Enrique Segura Otaño. La Espada y la Pluma, Badajoz, Fundación CB, 2019. 17X24, 166 páginas. Prólogo de Mª Dolores Gómez-Tejedor Cánovas, Cronista de Badajoz.

Con el número 7 de su colección “Personajes singulares” nos acerca la Fundación CB este libro sobre el militar y escritor Enrique Segura Otaño, editado a finales 2019 y presentado no hace mucho en la Sala de Exposiciones de la propia Fundación: Enrique Segura Otaño. La Espada y la Pluma, de Manuel Iglesias Segura.
Aunque manido, muy acertado el subtítulo, La Espada y la Pluma, pues esa doble condición, y en destacado grado en ambas, marcaron la existencia del biografiado.
Don Enrique Segura Otaño había nacido en Estella (Navarra) en 1882 y el azar de tener una hermana casada en nuestra ciudad hizo que recalara aquí para unas vacaciones. Bien puede señalarse -como nos dice la Archivera y Cronista Mª Dolores Gómez-Tejedor Cánovas en el prólogo- que la ciudad le encandiló. Aquí vivió, amó, escribió y, también, padeció. Se integró y amó tanto a Badajoz, a Extremadura, que fue Hijo Adoptivo de la ciudad que supo, al menos, agradecer su destacada labor cultural.
Ahora su nieto, Manuel Iglesias Segura, en deuda con la persona más que con el personaje; en deuda con la destacada labor desarrollada por don Enrique, no acerca a su figura.
Hijo del biografiado fue el profesor de Literatura, Director también de Instituto de Bachillerato "Zurbarán", don Enrique Segura Covarsí, fallecido tempranamente, y que había dejado inconclusa una biografía de su padre. Compañero de don Enrique Segura hijo fue el también profesor, y Archivero e investigador, don Arcadio Guerra Guerra, que dejó inédito un trabajo de investigación en el que señalaba las publicaciones de don Enrique padre, en el Diario HOY, de Badajoz.
Imagen y reseña del capitán Enrique Segura en el Palacio de Capitanía, Badajoz
Manuel Iglesias Segura, experto músico y musicólogo, divulgador del flamenco y la música andalusí, es autor de varios libros sobre el mundo del flamenco, del arte y de los gitanos en Badajoz; colaborador en muy diversas empresas culturales, con larga estancia formativa y de trabajo en el extranjero y, eso es de mi cosecha, un auténtico “dinamizador cultural” (vaya palabro, sic) de la sociedad badajocense.
Heredero, depositario, del legado de su abuelo, hacía tiempo que acariciaba, anhelaba, la idea de ofrecer este trabajo en el que, por una parte se junta lo emocional, íntimo, del cariño familiar a una figura como el abuelo y, por otra, la constatación de que don Enrique Segura Otaño, fue un personaje intelectual de primer orden en la Extremadura del siglo XX.
Gracias a la labor de la Fundación CB ha podido publicar este libro; libro en el que se reúnen tres obras -si no es acertada la descripción es aclaratoria la frase- ya que el autor plasma sus recuerdos y añade el incompleto trabajo biográfico de su tío y la bibliografía recopilada por don Arcadio Guerra. Amén de sus recuerdos, infantiles en su mayoría, el autor añade el retrato social y cultural, muy sucinto, del biografiado a modo de apuntes de una intensa vida de escritor.
Don Enrique Segura Otaño junto a su hijo Enrique. Archivo familiar
No elude Manuel Iglesias el no muy conocido episodio, trágico, de la guerra civil que truncó la carrera militar de don Enrique Segura Otaño, por entonces con el empleo de teniente coronel, de que emergió, con más fuerza si cabe, el espíritu del soldado volcándose en una tarea ingente en pro de la cultura, arma más poderosa no la hay: periodista, director del Centro de Estudios Extremeños, miembro de la Real Sociedad Económica, desde 1914, Presidente de la misma desde 1964 a su fallecimiento en 1975, Secretario del Ateneo, traductor del francés y del portugués, personaje imprescindible en la actividad socio-cultural del Badajoz del siglo XX. Al final de su vida pudo ver el fruto de su labor siendo reconocido como Hijo Adoptivo. Personaje singular, pleno de labor escrita, este libro de Manuel Iglesias Segura debe servir, al menos, para fijarse en sus aportaciones a la cultura hispano portuguesa y abrir nuevos caminos a la investigación y análisis de su obra.