domingo, 20 de febrero de 2011

Conmemoración del bicentenario del Brigadier de Gabriel.

El sábado 19 de febrero de 2011, se cumplían los 200 años de la batalla de Santa Engracia, en las inmediaciones de Badajoz, y la muerte en combate, durante su transcurso, del Brigadier de Ingenieros José de Gabriel y Estenoz.

Nunca se había conmemorado esta efeméride en Badajoz, ni en Extremadura que sepamos, y la Asociación Cultural “Voluntarios de Castilla” decidió organizar una visita cultural para este día y rendir un modesto tributo a los soldados que en ella tomaron parte.

El mejor homenaje, entendemos, que podemos dar a los soldados que en España han sido, es el recuerdo, una oración siempre, y el conocimiento de la Historia de la que formaron parte.

No simplemente por el manido dicho de que “…aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla…” sino por la firme convicción de que el estudio, la cultura en general, constituye un elemento fundamental de cohesión social, de acercamiento entre los ciudadanos y de progreso. Solo la cultura, el conocimiento, hace libres, prósperos y tolerantes a los pueblos.

Éste fue el fin que nos guió al organizar este evento.

Para ser un día en que se habían convocado varias citas de este tipo hubo una asistencia destacada, atenta y conocedora del tema a tratar. Y además particularmente interesada y amable. A todos, en lo que me corresponde, muchas gracias por su cooperación.

También se contó con la asistencia, y colaboración, de los jóvenes que gestionan la página “Badajoz 1812” -tiene el enlace en este blog- que tan buena labor están realizando y tan espléndida colaboración nos han prestado para este evento, de don Francisco Pilo, que tiene publicado en su blog un documentado trabajo sobre la batalla y de don Andrés Lloret, un joven –muy joven- entusiasta, componente de la Asociación “Voluntarios de Madrid”, recreadores y estudiosos de la Guerra de la Independencia, que llevaba el uniforme completo de un soldado de la época, uniforme que era similar al que vistió el teniente Ruiz, el tercer hombre del 2 de mayo y que en próximas entradas trataremos. Además llevaba el fusil de ordenanza, habilitado para disparar de forma similar a como se hacía en la época y que algunos asistentes tuvieron la suerte de experimentar.

De esta visita se han colgado imágenes en la red y en el Facebook de “Badajoz 1812”.

Terminamos la reunión, la visita, depositando un ramo de flores en el Fuerte, un recuerdo que la Asociación “Voluntarios de Castilla” en su labor de la recuperación de la historia militar de Extremadura y del Regimiento de Infantería “Castilla” quiere dedicar a todos los soldados de España.

jueves, 17 de febrero de 2011

La batalla de Santa Engracia

El 19 de febrero de 2011 se conmemoran los 200 años de la batalla de Santa Engracia, en las alturas de ese nombre, en las inmediaciones de Badajoz.
Puede resumirse en cortas líneas. El Ejército de Extremadura, V Ejército, acude en ayuda de la sitiada ciudad de Badajoz, defendida por el mariscal de campo Rafael Menacho y Tutlló.
Manda éste ejército el general Gabriel de Mendizabal, por fallecimiento del Capitán general marqués de la Romana, y pendiente de ser nombrado un nuevo jefe, que lo sería el capitán general Castaños, el héroe de Bailén.
El V Ejército, la mayor parte de sus fuerzas, ya que pequeños destacamentos estaban repartidos por muy diversos puntos en misiones de vigilancia, protección de plazas, colaboración con los británicos y portugueses... acampa en las lomas de Santa Engracia, zona donde hoy se asientan las barriadas de la UVA, la Luneta, el Gurugú y Las Cuestas.
El Ejército francés de asedio está mandado por el Mariscal Soult, posiblemente en mejor táctico de los generales de Napoleón en la península.
Al amanecer del 19, tras esguazar el Guadiana, aguas arriba de la sitiada plaza, sorprende totalmente a los españoles, pone en fuga a la caballería y logra una aplastante victoria en cuestión de muy pocas horas.
A pesar de la sorpresa hay batalla, aislados, desorientados y en ocasiones faltos de un mando enérgico diversas Unidades españolas combaten hasta ser aplastadas por la superioridad numérica y táctica de los franceses.
Un gran número de soldados con sus mandos huyen desesperadamente en dirección a la ciudad o a la frontera portuguesa, pero hay excepciones: el Regimiento de Infantería de la Unión, con su coronel Pablo Morillo retrocede ordenadamente y sin dejar de combatir hasta el río Caya, algo más de una legua sin perder la cara al enemigo y sin que éste logre romper sus líneas, todos sus componentes serían recompensados por el Consejo de Regencia, Gobierno de España, con un escudo de distinción.
Tampoco quiso rendirse el brigadier de Ingenieros José de Gabriel y Estenoz, que al verse rodeado y superado en número se lanzó con el duque de Aremberg, jefe de uno de los regimientos de Caballería francesa, auxiliado por los tres únicos soldados que le quedaban, en su tiempo un cronista relató el gesto así: ...entrose a morir lidiando porque no le viera huir la tierra que le vio nacer...
Éste sábado tendremos un recuerdo para todos ellos...
Como hay blogs que han hecho un relato muy detallado del combate del 19 de febrero, me he permitido copiar el primer informe oficial sobre el mismo emitido por los franceses...es otro punto de vista...

El informe que reproducimos corresponde a la Orden del día del Ejército Imperial del Mediodía de España, publicada en la Gazeta de Madrid de 13 de marzo de 1811. Este informe lleva fecha de 20 de febrero, en Badajoz, y lo firma el Mariscal Soult y su Jefe de Estado Mayor el Conde de Gazán:

...Batalla de Gébora.

El enemigo había formado su campo sobre las alturas de S. Cristóbal, a la orilla derecha del Guadiana, y mientras trabajaban en perfeccionarlo, y hacer impracticable el paso del Gébora, perdió el fuerte de las Pardaleras. Se creía inexpugnable en su posición, y le parcía que tenía aseguradas las comunicaciones con Yelves y Campomayor, que ya había restablecido. Entre tanto se daban disposiciones para atacarle en su posición; pero era forzoso esperar a que las aguas del Guadiana y del Gébora, que inundaban las tierras vecinas, hubiesen vuelto a la madre, y preparar los medios necesarios para pasar el río. El capitán de ingenieros hidráulicos Royon, y el capitán Gillet, comandante de pontoneros, trabajaron en esto con tal actividad, que el 18 pasó alguna infantería con algunos cañones a la orilla derecha, y a la noche siguiente pasaron las tropas que el señor mariscal duque de Treviso tenía destinadas para el intento. El señor general de división Latour-Maubourg formó en línea la caballería de reserva; y en el mismo día una batería de morteros, que se había levantado a la izquierda del ataque del centro, obligó a los enemigos a mudar de campo, y a establecerse en sitio donde no podía protegerlos el fuerte de S. Cristobal.

El 19 antes de amanecer el general de división Latour-Maubourg vadeó el Gébora con su caballería por la parte de arriba del puente, que el enemigo había destruido dos días antes. Dirigióse rápidamente al camino de Badajoz a Campomayor, y allí empezó el ataque contra la izquierda de la línea enemiga. El 2º de húsares penetró en su campo al mismo tiempo: y la infantería y la artillería, a las órdenes del general de división Girard, vadearon el río por la derecha y por la izquierda del puente, a pesar de la rapidez de la corriente, y que el agua les llegaba a la cintura. Inmediatamente que estuvieron formadas las colunas dió orden el señor mariscal duque de Treviso al general Girard para que se dirigiese hacia la derecha del enemigo, e hiciese por ganar la altura, colocándose entre él y el fuerte de S. Cristóbal. Luego que estuviese forzada la derecha, debía el general Girard muda de dirección, y caer por la derecha sobre el grueso de las tropas enemigas, mientras el general Latour Maubourg le atacase por el flanco izquierdo con su caballería, y haría por envolverlo. Estos dos movimientos se hicieron con toda la perfección que puede esperarse de las tropas mas instruidas, a pesar del vivísimo fuego del enemigo. Los regimientos 34º y 88º, que formaban la brigada del general Filippon, estaban en primera línea, y tenían un batallón desplegado, y dos en columna. El 100º iba de reserva a media distancia de línea. La segunda compañía del 4º regimiento de artillería ligera marchaba en dos baterías a la altura de infantería. Nuestras tropas empezaron a hacer fuego quando estuvieron a cien pasos del enemigo, y lo continuaron, sin interrumpir por eso su movimiento. Parte de ellas llevaban la bayoneta calada hasta que todos los cuerpos del enemigo hubiesen sido repelidos y derrotados. La caballería, que observaba por la espalda del enemigo los progresos de la infantería, hizo entonces varias cargas, las quales tuvieron, todas, el éxito mas completo.

A las 10 de la mañana las dos divisiones españoles, que habían llegado 12 días antes a Lisboa, no existían ya. Ochocientos y cincuenta hombres estaban tendidos en el campo de batalla. Seis banderas, 17 cañones, 20 caxones y 5200 prisioneros estaban en poder del exército imperial. Los pocos que han podido escaparse han entrado de tropel en Yelves, y en Badajoz. Mendizabal y la Carrera, que se hallaban en el último quadro, huyeron vergonzosamente a la primera de estas dos plazas; y los 1200 hombres de caballería portuguesa y española que había en la batalla abandonaron a la infantería.

Entre los prisioneros se cuentan 350 oficiales, entre los quales se halla el teniente general Virues, quatro brigadieres generales y 15 coroneles y tenientes coroneles, y varios oficiales del estado mayor de Mendizabal. Hai quien asegura haber reconocido entre los muertos al general García y a dos brigadieres, y a muchos oficiales de superior graduación. Las repetidas aclamaciones de viva el Emperador han coronado esta importante victoria, que tanto debe influir en la próxima rendición de Badajoz.

Es imposible elogiar como corresponde a las tropas de todas armas que han peleado en esta acción: su valor es superior a todo elogio; pero es justo nombrar los cuerpos que han tenido la felicidad de encontrarse en ella.

El regimiento 34º de línea, coronel Raimond. El 88º coronel Velande. (Ya estaba pedido para este oficial el grado de general de brigada, y con este motivo se ha reiterado la petición). El 100º, coronel Guyot. La segunda compañía del 4º regimiento de artillería de a caballo, mandada por el teniente Michel. El 14º de dragones, mandando por el gefe de esquadron Hardi. El 26º de dragones, coronel Chainorin. (Se ha pedido para este oficial el grado de general de brigada). El 2º de húsares, coronel Vinot. El 10º de húsares, mandado por el gefe de esquadron Demarest. El 21º de cazadores, mandado por el gefe de esquadron Muller, y la compañía escogida del mismo regimiento, capitán Lasalle. La compañía escogida del 17º de cazadores, mandada por el capitán Landrieux, y dirigida por el coronel duque d'Aremberg, y el 4º de cazadores españoles a caballo, mandado por el mayor Foiret. (Se ha pedido para este oficial el grado de coronel.) Los señores generales de brigada Briche, Bonvier-des-Eclats y Filippon deben ser nombrados con elogio. Los generales de división Latour-Maubourg y Girard han executado perfectamente las instrucciones del señor mariscal duque de Treviso.

El general en gefe ha observado durante la acción la conducta de muchos oficiales, que por su valor y denuedo han adquirido nuevos derechos a las gracias de S. M. el Emperador, y se apresurará a solicitarlas quanto antes. El número de estos valientes es tan grande que por ahora no puede hacer mención mas que del coronel Gouré, gefe del estado mayor del quinto cuerpo; el coronel Lapointe, empleado cerca del señor mariscal duque de Treviso; los capitanes Duriveaux, Choiso y Braumets, ayudantes de campo del señor mariscal; el gefe de batallón Hudri, gefe del estado mayor de la división Girard; el ayudante comandante Bacheles-Desmuille, gefe del estado mayor de la caballería de reserva; el ayudante comandante Avi, empleado cerca del general en gefe; el coronel Hu er; los gefes de esquadron Brun, Saint-Chamaur y Tolose;los capitanes Ricard, Periet (herido en una carga). Choiseul, todos siete ayudantes de campo del general en gefe, los capitanes Bori-Saint- Vicent, Lafite y Lacoombiere (este último al servicio de S. M. C.) empleados cerca del general en gefe y el coronel Despres, ayudante de campo de S.M..

merece también publicarse como una hazaña mui gloriosa la acción del señor Lauchon, porta águila del regimiento 34º, quien en una carga fue a plantar su águila en medio de un campo enemigo, que todavía se defendía, y se halló al instante rodeado por los valientes de su regimiento.

Nuestra pérdida en esta batalla no ha sido más que de 140 hombres entre muertos y heridos; los primeros no pasan de 30, y la mayor parte de los últimos volverán pronto a sus cuerpos.

martes, 15 de febrero de 2011

Brigadier José de Gabriel Estenoz

Poco sabemos de éste militar, Brigadier de Ingenieros, natural de Badajoz y muerto en la batalla de Santa Engracia el 19 de febrero de 1811. A pesar de tener dedicada una céntrica calle pocos, por no decir ninguno, son los recuerdos que perduran en el conocimiento de los ciudadanos pacenses.

Recopilando de aquí y allá podemos presentar una serie de documentos y escritos referentes a De Gabriel que nos permitirán acercarnos algo a su peripecia vital. Aprovechamos para agradecer a nuestro consocio de la Real Sociedad Económica, señor Francisco Pilo, su amabilidad al traernos de Segovia la copia del expediente personal que allí se custodia incompleto y maltratado.

La primera referencia a este heroico soldado la encontramos en la obra de Vicente Barrantes Aparato Bibliográfico para la Historia de Extremadura, impresa en Madrid en 1875. En ella se cita la Noticia biográfica del brigadier D. José de Gabriel, caballero del hábito de Alcántara, teniente coronel que fue del Cuerpo de Ingenieros, obra de su sobrino Fernando de Gabriel, que encontramos reproducida en el Diccionario de extremeños ilustres de Nicolás Díaz y Pérez (1884) y que a continuación copiamos:

…Nació este bravo soldado, el 21 de abril de 1769, en la ciudad de Badajoz y fueron sus padres D. Martín de Gabriel y Vilanova, Coronel e Ingeniero Director del Real Cuerpo de Ingenieros[1] y Doña Juana de Estenoz y Suárez de Quiñónez Osorio. Descendía el primero de un caballero francés llamado D. Pedro de Gabriot, que pasó a España con Felipe V al advenimiento de los Borbones al trono de San Fernando, y contaba la segunda entre sus ascendientes al gran Marqués de Leganés, ilustre general del cuarto Felipe.

Fruto del matrimonio de D. Martín fueron: don Fernando, que siguió la misma carrera que su padre y llegó a ceñir la faja de Mariscal de Campo; D. José, también Oficial de Ingenieros, a quién se refiere el presente apunte biográfico; D. Francisco Javier, Brigadier que fue de Infantería y Gobernador Militar y Político de Badajoz, el cual casó con doña María de los Dolores Ruiz de Apodaca, hija del Virrey de Méjico y Capitán General de la Armada, Conde del Venadito; y, finalmente, doña Felipa y doña Teresa, que fueron ambas religiosas en el convento de carmelitas de Badajoz.

Entró D. José a servir como cadete en 1782, sentándosele su plaza en el regimiento de Ceuta, en cuya ciudad era su padre Director de Ingenieros. Hechos los estudios necesarios, pasó después a este último cuerpo, ingresando en él en clase de Subteniente en 1786, y granjeándose pronto brillante y merecida opinión entre sus jefes y compañeros.

Destinado en 1793, al ejército de Cataluña con motivo de la guerra contra la República francesa, asistió al sitio de Bellegarde, a los ataques de Cornellá y Rivesaltes y a otras varias funciones de guerra, empleándose al mismo tiempo en los trabajos de defensa de las plazas de Colliure y Gerona y en los de Peirestortes y campo de Pontellas, y dando en todas partes clara muestra de su actividad, inteligencia y bizarría.

Concluida la guerra de 1795 pasó a Extremadura, donde le fue confiada más adelante la distinguida e importante comisión de efectuar el reconocimiento facultativo de la frontera de España con Portugal por aquella parte. Dirigió con este motivo al Gobierno diferentes memorias llenas de datos estadísticos de la mayor importancia, y sobreviniendo en 1801, la guerra con Portugal, fue nombrado Comandante de Ingenieros de la segunda división del ejército de operaciones, asistiendo al ataque de Arronches y formando el sitio, diario, relaciones y croquis de todo el país conquistado.

La posesión del territorio situado al E. del Guadiana dio lugar a contestaciones sobre los límites de España y Portugal, y De Gabriel fue elegido para presidir la Comisión encargada de tan interesante asunto, en cuyo desempeño se ocupaba cuando en Setiembre de 1805 se dispuso que sin perjuicio de su anterior cargo, pasase a Sevilla a emplearse en otro nuevo de no menor importancia. Las contestaciones suscitadas por la república de los Estados Unidos acerca de la demarcación de límites entre esta nación y las posesiones españolas de América, hicieron necesario el nombramiento de personas competentes que pasando al Archivo de Indias, establecido en Sevilla, examinasen y compulsasen detenidamente cuantos documentos existieran en él y pudieran arrojar alguna luz sobre el asunto en cuestión. Eligióse a De Gabriel como representante del ramo militar y a D. Juan Cean por parte del Ministerio de Estado y ambos se dedicaron con afán a corresponder cumplidamente a la confianza en ellos depositada. De gran interés fueron sus investigaciones, enviando De Gabriel al Gobierno muchos documentos interesantes, y escribiendo además por separado una descripción histórica de la Luisiana que dirigió al Generalísimo Príncipe de la Paz, con el objeto de que este tuviera reunido en un solo cuerpo de doctrina todo lo que era del caso consultar para resolver con acierto la cuestión que se agitaba.

Este trabajo literario, interesante por más de un concepto, demuestra palpablemente la injusticia de las pretensiones de los anglo-americanos y es una prueba más de la política invasora y absorbente que ha distinguido en todas épocas a los Estados Unidos y que se apoyaba entonces en los mal llamados derechos de Francia a las comarcas sobre que a la sazón se disputaba.

Una vez desempeñada esta Comisión, volvió De Gabriel a ocuparse en la de límites de Portugal, llamada de la contienda de Moura, cesando en ella en 1807 por haber sido nombrado Comandante de Ingenieros del cuerpo de ejército que a las órdenes del Marqués del Socorro debía penetrar en Portugal en combinación con el ejercito francés que regía Junot; con cuyo motivo hizo diferentes trabajos notables que elevó al Gobierno sobre las plazas de Elvas, Setúbal y otras.

Nombrado entretanto sucesivamente Teniente, Capitán, Sargento mayor y Teniente Coronel de Ingenieros, desde 1792 a 1806, encontrándose en este último empleo los acontecimientos memorables de 11808. Su ardiente patriotismo, su clara inteligencia y su influencia de familia, le hicieron figurar en primer término en el generoso alzamiento de Extremadura, formando parte de la Junta que se puso al frente del movimiento.

Promovido a Coronel de infantería en junio de aquel año y premiados los importantes servicios que prestó a la gloriosa causa de la independencia nacional con el empleo de Brigadier, que obtuvo en setiembre del mismo año, fue encargado entretanto interinamente del mando de la plaza de Valencia de Alcántara con el objeto de que la pusiera en estado de defensa. Hízolo así con su actividad acostumbrada, apoderándose al propio tiempo por medio de un golpe de mano de las plazas portuguesas de Marban [Marvao] y Castel de Vide.

Nombrado después Gobernador en propiedad de la citada plaza de Valencia de Alcántara, a petición del vecindario, permaneció en ella hasta Febrero de 1809 en que pasó con el mismo destino a la de Alcántara, plaza perteneciente como la anterior al territorio de la Ilustre Orden militar cuyo hábito vestía desde 1805, merced a sus servicios y su cuna.

Datan de la época de su gobierno en Valencia de Alcántara unas curiosas reflexiones sobre Portugal y la política que debía seguirse con respecto a él, para bien general de la Península, que hacen no menos honor a sus dotes literarias, que a sus prendas de militar estudioso e inteligente y en cuyas páginas se revela así el buen juicio que le distinguía como su ilustrado patriotismo. Termina la citada memoria el siguiente párrafo, que viene a confirmar una vez más aquel principio de eterna verdad tantas veces demostrado y que tan bien acertó a expresar entre otros claros ingenios el tierno poeta y esforzado guerrero Marqués de Santillana, quién ya decía en el siglo XV: la ciencia non embota el fierro de la lança nin face floxa el espada en la mano del cauallero...

He aquí el párrafo a que aludo: “Pudiera extenderme mucho más en estas reflexiones, pues cada cual según la clase de su instrucción, puede encontrar diversas razones para demostrar que el reino de Portugal debiera estar unido a la corona de Castilla; pero como creo que por esto mismo que todos convendrán en ello, considero inútil dilatarme en probar lo que es de todos conocido. Aspiro sólo a cumplir por medio de este papel con las obligaciones del buen patricio y fiel servidor del Rey, en mi calidad de Ingeniero Comandante de uno de los Ejércitos que invadieron dicho reino en 1807, para que nada quede por mi parte que decir ni que hacer presente en cuanto concierne al mejor desempeño de mis deberes y al bien de la España; deseando que merezcan estas reflexiones la real aprobación y que si se hallasen dignas de algún aprecio me sirvan para ser empleado donde pueda ser útil en campaña, como es mi anhelo”

Destinado en Marzo a Ciudad Rodrigo, lo fue en 30 de abril siguiente al ejército de Extremadura y vuelto después a su gobierno de Alcántara continuó en él hasta 1810, en cuyo año, y a consecuencia de algunos disturbios con el entonces Brigadier D. Carlos de España, producido por cuestiones de etiqueta y de preferencia en el mando, hubo de cesar en él, siendo empleado con distinción en su ejército por el Marqués de la Romana y nombrado después, por el mismo Marqués, Comandante general de la Vanguardia que dejó en Extremadura.

Hallábase en Badajoz con las tropas de su mando, y al frente de ellas se distinguió brillantemente, en ocasión del sitio de aquella plaza por los franceses, tomando parte activa e importante en la salida verificada el 7 de febrero de 1811.

Disuelto el Cuerpo de Vanguardia por el general Mendizábal para reforzar las guarniciones de las plazas, se incorporó De Gabriel en el cuartel general, asistiendo el 19 de febrero a la batalla del Gévora dada bajo los muros de Badajoz contra las tropas de los Mariscales Soult y Mortier y en oposición con su parecer y el de muchos distinguidos Oficiales.

Hasta esta ocasión, si bien había dado De Gabriel muestras inequívocas de inteligencia y valor no le habían colocado todavía sus servicios fuera de la esfera ordinaria. El 19 de Febrero de 1811 fue el día señalado por la Providencia para que muriendo con el doble heroísmo del caballero y del patriota, ciñera su frente de inmarcesibles laureles y colocara su nombre al lado de d’Assas en la edad moderna, de Pedro González de Mendoza en los siglos medios, de Publio Decio en los antiguos tiempos.

Rotos y deshechos los españoles en aquel aciago día, abandonada nuestra infantería por las tropas de las demás armas, que se retiraban en desorden sobre Elvas, y viendo De Gabriel que todo estaba perdido y que nada le era dado ya a remediar como jefe, lleno de generoso despecho y resistiéndose su noble valor a huir del campo de batalla, dirigiose resueltamente hacia las filas francesas, seguido solo de tres soldados, cuyo nombre no conserva desgraciadamente la historia. Cual otro Pedro González de Mendoza en la funesta jornada de Aljubarrota, ya no podía dar el caballo a su Rey, salvándole la vida a costa de la suya propia, entróse a morir lidiando, según la sublime expresión del romance popular y ansioso de ser útil a los suyos al sacrificarse así a ciencia cierta en las aras de su patria, arrojóse sobre el duque d’Aremberg, que a la cabeza del regimiento de caballería que mandaba se disponía a cargar a un corto resto de infantería que aún se conservaba firme. Atravesó con ardimiento las filas enemigas, penetró hasta d’Aremberg y tirándole una furiosa estocada hubo de errar el golpe, consiguiendo tan solo herirle el caballo. En el instante mismo cayó sin vida acuchillado por los oficiales que rodeaban al Duque, espirando en sus labios las palabras de “fuego, fuego”, con que lleno de valor indomable animaba a completar su hazaña a los soldados que le seguían. ¡Hecho heroico que la historia debe conservar al lado de los rasgos más sublimes de abnegación, digno verdaderamente de aquello antiguos caballeros en cuyo pecho se ostentó con tanta gloria la noble insignia que brillaba radiante en el esforzado De Gabriel!

Comprendiólo así el duque d’Aremberg, que lleno de entusiasmo por tan heroica hazaña, manifestó a los prisioneros la admiración de que se hallaba poseído, expresando su descontento de que los Oficiales que le acompañaban hubieran dado muerte a tan bravo español, a quién a no haber tenido lugar aquel suceso tan rápidamente, hubiera tratado él de hacer prisionero, respetando su existencia y ofreciéndole después la vida y la libertad.

El hermano mayor de D. José, Coronel a la sazón del Regimiento de Zapadores, hizo en Abril de 1811, por sí y a nombre de su hermano D. Francisco Javier, una sentida y calurosa exposición, que se publicó impresa, en que refería la heroica muerte de aquel y pedía fuera inscrito su nombre en el sitio que el Congreso determinase, en justo testimonio de la gratitud nacional. Las contiendas políticas y las acaloradas discusiones de aquella época, los multiplicados negocios de todos géneros que asediaban a las Cortes y absorbían su atención y su tiempo, les impidieron ocuparse en este asunto, que a poco cayó como tantos otros en el olvido.

De él se propuso sacarlo quién esto escribe, y sus gestiones, apoyadas en documentos oficiales, para que el respetable General Zarco del Valle, tan celoso de las glorias del Cuerpo que a la sazón dirigía, hiciera inscribir el nombre del Brigadier D. José De Gabriel con letras de oro en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, fueron coronadas del más feliz éxito, quedando de este modo reparado el injusto olvido que pesaba sobre la hazaña y la memoria del héroe del Gévora.

Posteriormente el Ayuntamiento de su ciudad natal impuso su nombre a una de las principales calles de Badajoz y el ilustre escritor D. Manuel Cañete, el Brigadier de Ingenieros D. Juan de Quiroga y el autor de este apunte biográfico, cantaron su gloriosa muerte, el primero en un magnífico soneto, el segundo en una bellísima oda y el último en un pasaje de su poema lírico titulado “La espada y la lira”.

El expediente personal custodiado en Segovia consta de cuatro folios. El primero es la Hoja de Servicios que aparece quemada en su borde superior izquierdo y solo presenta la primera hoja que nos dice:

Dn. Josef de Gabriel.

Empleos y fecha de los Despachos.- En 30 julio 1782 Cadete, Ingeniero voluntario en ídem; en 13 septiembre 1786 Subteniente, Ayudante de Ingeniero en ídem; en 7 agosto 1792 Teniente, Ingeniero extraordinario en ídem; en 4 septiembre 1795 Capitán, Ingeniero Ordinario en 15 mayo 1800.[2]

Tiempo que ha servido en cada Empleo.- De cadete 4 a. 1 m. 13 d. De Subteniente y Ayudte. de Ingro. 6 a. 1 m. 24 días. De Extraordinario 7 a. 8 m. 9 días. De Teniente 3 a. y 27 d. De Capitán 5 a. 3 m. 26 d. De Ordinario 7 m. y 16 ds.

Total del tiempo que ha servido.- 18 a. 5 m. 1 día. (sic)

Comisiones, y encargos en que ha estado empleado y parages donde ha servido, así en Paz como en Guerra.- Fue Cadete de Ceuta, donde estudió y nombrado Ingeniero, ha servido en dicha Plaza, Extremadura, Andalucía y Zamora; en Abril de 1793 fue destinado al Exército de Cataluña con motivo de la última guerra con Francia[3], asistió al sitio de Bellegarde y a los trabajos de la plaza de Coliubre, ha tenido otros varios encargos en aquel Exercito y se ha encontrado en 6 acciones de Guerra, concluida quedó en Cataluña y actualmente se halla en Extremadura.

Al folio vuelto aparece:

Circunstancias que concurren en el expresado D. Josef Gabriel, así personales, como en su nacimiento, etc.-

Patria: Badajoz; Edad: 31 años en fin de 1800; Calidad: Hijo del Director[4] Dn Martín; Estado: Soltero; Talentos: Regulares; Aplicación: Regular; Inteligencia en la Teórica: Regular; Inteligencia en la Práctica: Se ignora; Puntualidad en el servir: Exacta; Valor: Conocido; Detalle: se ignora; Salud: Buena; Costumbres: Buenas; Aptitud para el Cuerpo: Regular[5].

El año de 92 pasó a Badajoz con 4 meses de licencia. Madrid 1 de enero de 1801. Urrutia[6].

Firmado y rubricado el original.

El siguiente documento es de la Junta Suprema de Extremadura y dice así:

…Don Josef López Martínez, Secretario de la Suprema Junta de Gobierno de esta Capital y Provincia de Extremadura. Certifico: que la misma Suprema Junta por decreto de veinte y dos del corriente ha concedido el grado de Brigadier de los Reales Exercitos a Don Josef Gabriel, caballero del Orden de Alcántara y Coronel del Real Cuerpo de Ingenieros, según consta de los documentos que existen en la Secretaria de mi cargo y para que se tenga, haya y reconozca por tal, ínterin se le habilita del competente Real Despacho, doy la presente de orden de la misma Suprema Junta en Badajoz a treinta de septiembre de mil ochocientos ocho.

Josef López Martínez. Firmado y rubricado el original.

Badajoz 8 de octubre de 1808. Cúmplase lo que S. M. manda y en su Real Nombre la Suprema Junta de Gobierno de esta Capital y Provincia. Antonio [...]

Badajoz 8 de octubre de 1808.Tómese razón en la contaduría del Exercito. Como Yntendente interino. Agustín Gutiérrez [...]…

El siguiente folio es una instancia de puño y letra de José de Gabriel, escrita sobre papel oficial sellado: Sello quarto, quarenta maravedis, año de mil ochocientos y nueve:

Señor.

Don Josef de Gabriel, del orden militar de Alcántara, Brigadier de los Reales Exercitos y Gobernador militar y Político de la Plaza de Alcántara; con el mayor respeto a V. M. expone, que en 15 de Junio de 1808 le fue concedido por la Junta Superior de la Provincia de Extremadura el empleo de Coronel del Real. Cuerpo de Yngenieros de exercito donde anteriormente servía en clase de teniente coronel efectivo; y en 22 de septiembre del mismo año el de Brigadier según se acredita en los adjuntos despachos originales que incluye; y habiéndose dignado aprobar V. M. en Real orden de 14 de septiembre próximo pasado todos los grados y empleos militares conferidos por las Juntas Provinciales en las épocas que en la misma se indican.

A V. M. rendidamente suplica se digne mandarle expedir con sus respectivas antigüedades el Real despacho de Coronel efectivo del Real cuerpo de Ingenieros de exército y el de Brigadier a fin de poder usar en consequencia del primero el uniforme

del citado Real cuerpo en lo que no resulta perjuicio a sus individuos, respecto a la distinta carrera que en el día sigue: gracia que espera de la Real Piedad de V. M. Alcántara 25 de Diciembre de 1809. Señor, A. L. R. P. de V. M.[7] Josef de Gabriel.

De esta petición desconocemos si es atendida, pero el último documento incorporado a su expediente dice:

Don Fernando VII por la Gracia de Dios, Rey de Castilla, [siguen todos los títulos] Y en su Real nombre el Consejo de Regencia de España e Indias. Por quanto atendiendo a los servicios y méritos de vos dn. Josef de Gabriel. Gobernador militar y político de la Plaza de Alcántara, os concedió grado de Coronel de Ynfantería la Junta Superior de Extremadura en quince de Junio de mil ochocientos y ocho; y he venido en aprobar y confirmar esta gracia con aquella antigüedad.

Por tanto mando a los Capitanes Generales, Gobernadores de las Armas y demás Cabos mayores y menores, Oficiales y Soldados de mis Exercitos: os hayan y tengan por tal Coronel graduado de Ynfantería y os guarden y hagan guardar las honras, gracias, preeminencias y exenciones que por razón de este grado os tocan y deben ser guardadas bien y cumplidamente: que así es mi voluntad; y que el Intendente de la Provincia o Exercito donde fuereis a servir, dé la orden conveniente para que se tome razón y forme asiento de este grado en la Contaduría principal.

Dado en la Real Ysla de León a veinte y seis de marzo de mil ochocientos diez.

V. M. aprueba y confirma el grado de Coronel de Ynfantería concedido por la Junta Superior de Extremadura a dn. Josef de Gabriel…

Hasta aquí el somero Expediente personal que se conserva. No nos aporta mucho pero nos presenta de manera de manera clara la trayectoria militar de De Gabriel. Aún faltaban diez años para su gloriosa muerte.

Para terminar debemos señalar que en 1983 un equipo investigador dirigido por Horacio Capel, Universidad de Barcelona, publica una recopilación de nombres y obras de Ingenieros militares del siglo XVIII –ver bibliografía-. El trabajo es enorme y muy interesante, pero en lo que respecta a nuestro biografiado lamentamos señalar que han mezclado datos, destinos y trabajos con los de su padre, Martín de Gabriel y Vilanova por lo que hay que estudiar bien lo expuesto y seleccionar lo de cada uno.

Terminamos con una recopilación, necesariamente incompleta, de trabajos cartográficos ejecutados por José de Gabriel y Estenoz, comprometiéndonos a seguir profundizando en el conocimiento de este soldado español:

1796 Planos en grande y en detalle del castillo de Berga, fuerte de El Bonete[8].

1797 Planos y perfiles de la montaña y Sierra de Noet, provincia de Barcelona[9].

1797 Plano que manifiesta los frentes de la Trinidad y puerta de Mérida[10].

1803 Plano que manifiesta la altura del castillo antiguo de Badajoz[11].


[1] Ingeniero Militar, Jefe de la Comandancia de Badajoz en el siglo XVIII. Proyectó amplias reformas en la fortificación de ésta plaza como la Puerta Nueva, junto a Pajaritos, el orejón del baluarte de Santiago o el refuerzo del hornabeque de la cabeza de puente.

[2] Hay que hacer notar que en el Cuerpo de Ingenieros, fundado como tal en 1711, se mantenía una doble capacitación, facultativa de Ingenieros y del Ejército de tierra. De ahí su doble titulación.

[3] Fue la Guerra contra la Convención 1793-95, más conocida como campaña del Rosellón, declarada a raíz de la ejecución de Luis XVI. Puede verse: E. M. C. Campañas en los Pirineos a finales del siglo XVIII (1793-95), Madrid, Servicio Histórico Militar, 1949.

[4] Ingeniero Director, equivalente a Brigadier –General de Brigada- del Ejército.

[5] Ha de entenderse que el concepto regular equivale a normal, cumple según la regla.

[6] José de Urrutia y de las Casas (1728-1803). Teniente General Inspector de Ingenieros –Director del Cuerpo- entre 1797 y 1803. Creador del Regimiento, Academia y Reglamento de Ingenieros, gran renovador.

[7] A los reales pies de vuestra Majestad.

[8] Cartoteca Histórica del Instituto de Historia y Cultura Militar nº 8824, 2321, 8826, 8841 y 8842.

[9] Cartoteca Histórica del IHCM, nº 8821.

[10] Cartoteca Histórica del Centro Geográfico del Ejército, Extremadura nº 158. Publicado en TEIJEIRO y MELÉNDEZ, página 266, ver bibliografía.

[11] Cartoteca Histórica del Centro Geográfico del Ejército, Extremadura nº 159.

Regimiento de Infantería "Badajoz"

Fundado en 1643 como Tercio viejo de Extremadura, sirviéndole de base las cuatro compañías fijas de Plasencia. Pasa a denominarse “Badajoz” en 1707.

En 1700 figura acantonado en Extremadura y en 1704, a las órdenes del Marqués de Bay invade Portugal y toma la plaza de Salvaterra do Extremo el 8 de mayo, Idanha Nova el 13 de junio, Marvao el 17, Castelo Branco el 23, Castelo de Vide el 26 y concurre a la batalla de Sarcedas el 27 del mismo mes.

En 1705 sus batallones defienden Valencia de Alcántara y Alburquerque, capitulando la primera el 9 y la segunda el 22 de mayo, aunque al hacerlo con honores no queda prisionero y se reagrupa en Badajoz.

En esta ciudad resiste el cerco de los aliados de junio y, roto éste, interviene en la persecución de los sitiadores.

En 1706, formando parte de la columna del Brigadier don Baltasar de Moscoso ataca el arrabal de Alburquerque, en manos portuguesas, logrando aprisionar dos compañías enemigas el 17 de mayo[1].

En junio pasa al bombardeo de Elvas y marcha a la zona de Valencia y Alicante. Regresa en octubre y el 15 de diciembre, con el general Armendáriz, cae sobre Alcántara y se apodera de ella, recibiendo un escudo de distinción.

En 1709 se forma su Batallón II en Extremadura, que interviene en la batalla de la Gudiña el 7 de mayo, el primer batallón continuaba aún en Valencia.

En 1711 el Batallón I se traslada de Aragón a Badajoz y toma parte, junio, en los ataques a Elvas.

En 1712 participa en el bloqueo y ataques a Campomayor, entre el 4 de octubre y el malogrado asalto del 17, en que se retiran los españoles.

En 1713, tras el armisticio, pasa de guarnición, el Batallón I, a la plaza de Badajoz.

En 1716 abandona Badajoz para marchar a Cádiz y en 1732 es declarado extinguido.

En 1808, por disposición de la Junta Suprema de Extremadura de 2 de junio, se reorganiza en Badajoz con unidades del Regimiento “Zaragoza”, del “Extremadura” y elementos dispersos fugados de Portugal. Se le denominó Regimiento de Infantería de Línea “1º de Badajoz”, el armamento se sacó del Parque de Artillería y el vestuario lo proporcionó la Diputación de la provincia. Fue organizado en tres batallones con 2.115 plazas.

En septiembre entra en campaña atacando a la guarnición francesa del fuerte de Lippe[2] en Elvas. Formaba parte de la División 2, Mariscal de campo don Juan de Henestrosa, y estaba mandado por el Coronel Ramón García Linares.

El Batallón III queda en Badajoz y pasa a Olivenza, los otros dos, I y II, pasan a Castilla la Vieja, saliendo el 1 de octubre con el Ejército de Extremadura que será destruido en Gamonal (Burgos) el 10 de noviembre. El 23 de diciembre combate en el puente de Almaraz y el 25 en Trujillo en la zona de Los Carrascales. El 30 está en Miajadas (Cáceres).

En 1809 este Batallón III sale para Almoharín (Cáceres) y de allí para Trujillo, donde evita un golpe de mano francés. Pasa a guarnecer Deleitosa donde se defiende bravamente, el 19 de enero, la 1ª Compañía. A pesar de ello debe replegarse sin ayuda de caballería alguna y es derrotada entre Miravete y Jaraicejo.

Reagrupada la División de Vanguardia del Ejército de Extremadura, Mariscal Henestrosa, atacan en Miravete al invasor y lo expulsan del puerto, toman posiciones en Descuernacabras, próximo al río Ibor, y regresan a Miravete donde se reagrupa el Regimiento. El 10 de marzo combate en el río Ibor y el 17 en Mesas de Ibor.

Reunidas todas las fuerzas en Santa Cruz de la Sierra (Cáceres) el Regimiento es destinado a la División 3, Marqués de Portago, dirigiéndose por el puente de Medellín a Valle de la Serena (Badajoz). Vuelve a Medellín y participa en la batalla donde mueren en combate más de cuatrocientos de sus hombres, Batallones I y II, inclusos tres oficiales. Reagrupado en Monesterio tras la derrota, combate el 1 de mayo en Villar del Rey (Badajoz) y el 12 en Mérida. Marcha con todo el Ejército aliado a Talavera de la Reina (Toledo) donde combate en la célebre batalla, 27, 28 y 29 de julio.

1810. Dispersos los batallones tras el fulgurante avance francés por Extremadura, el III se reorganiza en Badajoz y cumple diversas misiones en la zona pasando a Valencia de Alcántara. El 1 de julio guarnece Badajoz con 26 jefes y 274 de tropa, el resto de la Unidad combate en el Levante.

En 1811, siempre el Batallón III y a las órdenes del Teniente coronel Juan Ocharan, se le ordena entrar en Badajoz, principios de enero, para contribuir a su defensa. Durante los cuarenta y cinco días de sitio combate en Picuriñas y Pardaleras[3], de donde se retira sin presentar batalla, e interviene en diversas salidas.

El 4 de marzo forma con 1 jefe, 19 oficiales y 376 de tropa. Rendida la plaza pasa prisionero a Francia.

Tras la dura campaña de la Independencia, en 2 de marzo de 1815, es disuelto y pasa a constituir el Batallón II del Regimiento de Infantería “Guadalajara”.

Será reorganizado, con el número 73, en 1921. En la Sesión Municipal pacense del 15 de enero de dicho año se da cuenta de la creación del Regimiento de Infantería nº 73 que llevará el nombre de “Badajoz”. La Corporación acuerda, por unanimidad, regalarle la Bandera que será bordada por las señoras y señoritas de la localidad que lo deseen. El acto se llevó acabo en Barcelona y la madrina de la Bandera fue la Marquesa de Foronda. En 1943 tomará la numeración 26 y será disuelto en 1985.

En la actualidad, 2011, el nombre de “Badajoz” lo lleva un Batallón de Cazadores de Montaña, el III/62, perteneciente al Regimiento de Cazadores de Montaña “Arapiles” nº 62 y está acantonado en Sant Climent Sescebes (Gerona). El regimiento forma parte de la Jefatura de Tropas de Montaña “Aragón” y realiza misiones internacionales en Afganistán y otros países.



[1] No es seguro el mes aunque sí el día.

[2] Actual Fuerte de Graça en Elvas (Portugal)

[3] Fuertes exteriores de la plaza.

sábado, 5 de febrero de 2011

Regimiento de Caballería "España"

Fundado en Badajoz, en 1659, como Trozo[1] de Extremadura. En septiembre de 1704 tomó la denominación de Regimiento viejo de Extremadura y en 1763 pasó a denominarse España.

Las primeras armas ya las habían hecho muchas de estas compañías en los inicios de la campaña contra Portugal (Guerra de Restauración portuguesa 1640-1668).

En 1657 con don Antonio Isasi, que sería el primer Jefe –Comisario General- del Regimiento, formaba parte del Ejército que a las órdenes del Duque de San Germán, Capitán General de Extremadura, tomó Olivenza, 30 de mayo, y Moura, 20 de junio. Marchando posteriormente en ayuda de la plaza de Badajoz, que padecía una intentona[2] portuguesa para distraer el esfuerzo español sobre Olivenza.

En 1658 forma parte del Ejército que, al mando del valído don Luis Méndez de Haro, acude a levantar el sitio que los portugueses y aliados pusieron a Badajoz. De aquí pasará a sitiar Elvas hasta la derrota española del 14 de enero de 1659 en la Batalha das Linhas d’Elvas.

En 1661, con don Juan José de Austria, entra en Portugal, toma Ouguela el 15 de junio y el 20 ataca, y quema, la localidad de Veiros. En noviembre interviene en la recuperación de Alconchel (Badajoz).

En 1662 pasa al asedio de Juromeña, que se rinde el 9 de junio. Posteriormente ocupa Crato, Ouguela y Veiros.

En 1663 forma parte del Ejército de invasión, toma Évora y es derrotado en Estremoz el 8 de junio.

En 1664 intervendrá en la recuperación de Alcántara, 10 al 24 de junio y pasa después a Castilla.

En 1665 invade Portugal con el Ejército del Marqués de Caracena, Capitán general, y tras los ataques a Vila Viçosa cae derrotado en Montesclaros, 17 de junio.

En 1666 combate en la frontera andaluza del Guadiana.

En 1667 tenemos noticias de unos combates victoriosos en Alburquerque, el 8 de marzo y en 1668, al finalizar la guerra queda en Extremadura.

En 1669 pasa a Cataluña y en 1680 regresa a Extremadura, donde permanecerá hasta 1689.

En 1704 está nuevamente en Extremadura. Invade Portugal con el Ejército del Rey Felipe V. Interviene en las conquistas y combates de Arronches, Portalegre y Castelo de Vide (Portugal). Marcha contra Gibraltar y regresa en 1705 a realizar servicios de vigilancia de fronteras.

En 1706 interviene en el socorro a Jerez de los Caballeros (Badajoz), que ha de rendirse a los portugueses el 13 de junio[3].

En 1707 toma parte en los sitios de Serpa y Moura y en el bloqueo de Olivenza[4].

En 1708 continúa sus acciones en el interior de Portugal interviniendo el 25 de septiembre en la toma de Barbacena.

En 1709, 7 de mayo, toma parte destacada en la batalla de la Gudiña, en las proximidades de Badajoz, a las órdenes del Marqués de Paterna. Tras la derrota estrepitosa de los portugueses y sus aliados ingleses se bloqueó Olivenza, volando el puente de Ajuda, y se saqueó toda la comarca. Sostiene posteriormente diversos combates en la zona de Telena, al sur de Badajoz y cerca del Guadiana.

En 1710 forma parte de la columna de castigo que, al mando del general Montenegro, recorre la frontera de Portugal. Pasa a Castilla y toma parte en la batalla de Villaviciosa regresando a Extremadura.

En 1711 combate a los portugueses en la zona de Zafra (Badajoz).

En 1712 está en el sitio de Campomayor y tras el fin de la guerra pasa a Castilla.

En 1762, tras el conflicto conocido como del pacto de familia, se acantona en Alcántara y Membrío (Cáceres) hacia el 14 de noviembre.

Poco después parece ser que abandonó Extremadura ya que no tenemos noticias de él hasta que, en mayo de 1801, pasa a formar parte del Ejército de observación de la frontera portuguesa. No intervendría en la “guerra de las naranjas” y en julio pasa a Gibraltar.

En 1807, siendo Regimiento de Caballería España, 4º de Húsares, regresa para formar parte del Ejército invasor de Portugal a las órdenes del Mariscal Junot. Acantonado en Villar del Rey, Talavera la Real y Llerena (Badajoz), no entra en Portugal y se traslada a Sevilla, según Clonard. Según Arteche se encontraba en Talavera de la Reina (Toledo) y se incorpora al Ejército de Extremadura, de donde pasará a Andalucía, donde tomará parte en la batalla de Bailén en julio de 1808.

En 1818 recoge el Historial del Regimiento de Húsares españoles.

En 1824 lleva el nombre de 5º Provisional por haber disuelto el Rey Fernando VII todo el Ejército Constitucional. Mandado por el Coronel don Juan Espinosa de los Monteros pasa a Jerez de los Caballeros, a donde llega el 14 de octubre, para reorganizarse. En diciembre pasa revista en Olivenza, forman 607 hombres y 386 caballos.

En 1825 es empleado en la persecución de bandoleros y contrabandistas. Se acuartela en Badajoz el 19 de octubre y el 23 de septiembre toma el mando del mismo el Coronel vizconde de la Barthé. En 1826 pasa a Madrid.

En 1931 se refunde con el Regimiento de Caballería de Borbón para formar el Regimiento de Cazadores de Caballería nº 4.

Por decreto de 23 de diciembre de 1943 (D. O. nº 1, 1944) recoge el Historial del Regimiento de Caballería Borbón y en 1966 toma la denominación Regimiento Acorazado de Caballería España nº 11.

En 1986 se traslada de Burgos a Zaragoza y pasa a denominarse Regimiento de Caballería Ligero Acorazado España nº 11, encuadrándose en la Brigada de Caballería Castillejos II.


[1] Para formar el Trozo de Extremadura se reunieron veinte compañías.

[2] Fue un ataque llevado a cabo el 16 de mayo sobre la zona de Puerta Palmas y baluartes de San Vicente y San José, fácilmente rechazado por la corta guarnición de la plaza y las milicias urbanas.

[3] El regimiento Viejo de Extremadura y otro, no identificado, de infantería formaron parte de la columna de socorro, mandada por el Brigadier don Francisco Spínola Maltés –este último apelativo ignoramos si es apellido o nacionalidad- que se enfrentó a los sitiadores en la orilla del río Ardila y hubo de retirarse por carecer de artillería.

[4] Así figura en el Historial de Clonard aunque nosotros no hemos encontrado referencias documentales de estas acciones.

Cuartel del Vino, Badajoz

Diversos documentos citan este establecimiento como cuartel. La ubicación tradicional lo situaba en la calle Eugenio Hermoso. Un plano de 1739 lo sitúa indubitablemente.

Mesón del Vino donde asiste el grueso de el destacamento de Dragones destinados para esta plaza... Este documento fija de manera clara la ubicación de este Mesón habilitado como cuartel: en la calle Concepción Arenal, separado del convento de las trinitarias por un estrecho callejón y con fachada a calle San Lorenzo, en las casas inmediatas a la desaparecida Escuela Municipal de Música.

En el Archivo Histórico Militar (IHCM) hay un plano, datado en 1753, con un proyecto para el Cuartel del Vino. Desconocemos si llegó a realizarse.

En el excelente plano levantado por De Gabriel y Fuentes, en 1803, aparece señalado este local con leyenda: ...18, Cuerpo de Guardia de Caballª...