El teniente coronel Enrique Segura Otaño es, sin
duda alguna, una de las figuras más importantes de la cultura extremeña en el
Badajoz del siglo XX. Por su producción literaria en general, por su gestión cultural y por su influencia social.
Su formación militar contrastada en combate, sus
aportes a las relaciones internacionales desde su puesto de destino y su comportamiento leal en
momentos trágicos de España, retratan perfectamente al disciplinado soldado que
fue, como tantos otros, mal pagado por el poder político y bien alabado y
respetado por sus conciudadanos. Tiempo habrá de ocuparnos en detalle de este
viejo soldado que sirvió en el Regimiento “Castilla”. De este navarro que entre
nosotros se quedó como Hijo Adoptivo de Badajoz y reconocido intelectual.
IGLESIAS
SEGURA, Manuel, Enrique Segura Otaño. La
Espada y la Pluma, Badajoz, Fundación CB, 2019. 17X24, 166 páginas. Prólogo
de Mª Dolores Gómez-Tejedor Cánovas, Cronista de Badajoz.
Con el número 7 de su colección “Personajes
singulares” nos acerca la Fundación CB este libro sobre el militar y escritor
Enrique Segura Otaño, editado a finales 2019 y presentado no hace mucho en la
Sala de Exposiciones de la propia Fundación: Enrique Segura Otaño. La Espada
y la Pluma, de Manuel Iglesias Segura.
Aunque manido, muy acertado el subtítulo, La Espada
y la Pluma, pues esa doble condición, y en destacado grado en ambas, marcaron
la existencia del biografiado.
Don Enrique Segura Otaño había nacido en Estella
(Navarra) en 1882 y el azar de tener una hermana casada en nuestra ciudad hizo
que recalara aquí para unas vacaciones. Bien puede señalarse -como nos dice la
Archivera y Cronista Mª Dolores Gómez-Tejedor Cánovas en el prólogo- que la ciudad
le encandiló. Aquí vivió, amó, escribió y, también, padeció. Se integró y amó
tanto a Badajoz, a Extremadura, que fue Hijo Adoptivo de la ciudad que supo, al
menos, agradecer su destacada labor cultural.
Ahora su nieto, Manuel Iglesias Segura, en deuda
con la persona más que con el personaje; en deuda con la destacada labor
desarrollada por don Enrique, no acerca a su figura.
Hijo del biografiado fue el profesor de Literatura,
Director también de Instituto de Bachillerato "Zurbarán", don Enrique
Segura Covarsí, fallecido tempranamente, y que había dejado inconclusa una
biografía de su padre. Compañero de don Enrique Segura hijo fue el también
profesor, y Archivero e investigador, don Arcadio Guerra Guerra, que dejó
inédito un trabajo de investigación en el que señalaba las publicaciones de don
Enrique padre, en el Diario HOY, de Badajoz.
Imagen y reseña del capitán Enrique Segura en el Palacio de Capitanía, Badajoz |
Manuel
Iglesias Segura, experto músico y musicólogo, divulgador del flamenco y la música
andalusí, es autor de varios libros sobre el mundo del flamenco, del arte y de
los gitanos en Badajoz; colaborador en muy diversas empresas culturales, con
larga estancia formativa y de trabajo en el extranjero y, eso es de mi cosecha,
un auténtico “dinamizador cultural” (vaya palabro, sic) de la sociedad
badajocense.
Heredero, depositario, del legado de su abuelo,
hacía tiempo que acariciaba, anhelaba, la idea de ofrecer este trabajo en el
que, por una parte se junta lo emocional, íntimo, del cariño familiar a una
figura como el abuelo y, por otra, la constatación de que don Enrique Segura
Otaño, fue un personaje intelectual de primer orden en la Extremadura del siglo
XX.
Gracias a la labor de la Fundación CB ha podido
publicar este libro; libro en el que se reúnen tres obras -si no es acertada la
descripción es aclaratoria la frase- ya que el autor plasma sus recuerdos y
añade el incompleto trabajo biográfico de su tío y la bibliografía recopilada
por don Arcadio Guerra. Amén de sus recuerdos, infantiles en su mayoría, el
autor añade el retrato social y cultural, muy sucinto, del biografiado a modo
de apuntes de una intensa vida de escritor.
Don Enrique Segura Otaño junto a su hijo Enrique. Archivo familiar |
No elude Manuel Iglesias el no muy conocido
episodio, trágico, de la guerra civil que truncó la carrera militar de don
Enrique Segura Otaño, por entonces con el empleo de teniente coronel, de que
emergió, con más fuerza si cabe, el espíritu del soldado volcándose en una
tarea ingente en pro de la cultura, arma más poderosa no la hay: periodista, director
del Centro de Estudios Extremeños, miembro de la Real Sociedad Económica, desde
1914, Presidente de la misma desde 1964 a su fallecimiento en 1975, Secretario
del Ateneo, traductor del francés y del portugués, personaje imprescindible en
la actividad socio-cultural del Badajoz del siglo XX. Al final de su vida pudo
ver el fruto de su labor siendo reconocido como Hijo Adoptivo. Personaje
singular, pleno de labor escrita, este libro de Manuel Iglesias Segura debe
servir, al menos, para fijarse en sus aportaciones a la cultura hispano
portuguesa y abrir nuevos caminos a la investigación y análisis de su obra.
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