miércoles, 23 de mayo de 2018

Libros de soldados: 22 Héroes cacereños. Kobba-Darsa 1924


22 HÉROES CACEREÑOS. Kobba-Darsa 1924.
Miguel Ángel Rodríguez Plaza, Cáceres, Diputación Provincial, 2017.
Ando con lecturas acumuladas y más cuando se mezclan Ferias de Libros, en Cáceres y Badajoz, con eventos Institucionales, 225 Aniversario del Regimiento “Castilla”, de ahí el retraso en estas reseñas.


Miguel Ángel Rodríguez Plaza es Comandante de Sanidad Militar en la Reserva, con muchos años de servicio, en diversos destinos de la geografía española y con varias Misiones Internacionales en la mochila, bien puede decirse que su experiencia profesional le ha permitido acercarse, y mucho, a la vida del soldado en muy diversas circunstancias. Además, el autor es un conocido y muy premiado artista en la Fotografía, muy laureado y considerado en sus trabajos también aquí hace gala del “plus ultra” profesional y hace ya casi una treintena de años que promociona un premio de fotografías que recientemente se ha fallado en esta edición anual. Es además socio de la Real Económica de Amigos del País de Badajoz y allí, en su biblioteca y archivo lo saludamos a menudo, entre legajos y periódicos y presto a marchar a donde haya una nueva referencia documental del tema en el que trabaje. Un buen ejemplo de pasión y esfuerzo desinteresado.
Y además escribe, relata historias, gusta de los papeles viejos, de los documentos y de las historias de aquellos de los que casi nunca se acuerda la historia, los soldados olvidados, en algunos casos, o ni siquiera reconocidos, en la mayoría de ellos.
En la Revista “Alcántara”, Diputación de Cáceres, tiene, entre otros trabajos, ‘La facción de Gómez y sus Unidades militares en Cáceres, 1836’ (2014) y ‘Un cacereño ilustre: Francisco Muñoz Bello’ (2015)
En la Revista de Estudios Extremeños (Diputación de Badajoz): “Epigrafía latina de Oliva de Plasencia’ (2005),  ‘Unidades militares de guarnición en Cáceres…1830-1900’ (2012), ‘Uso inapropiado de una lápida’ (2013) o ‘Ordenanzas del gremio de sastres de Plasencia, 1795’ (2015)
En la Revista de Ferias del Ayuntamiento de Badajoz publicó, en 2016: Papeles sellados de los Libros de Actas del Ayuntamiento de Badajoz, siglos XVII, XVIII y XIX”.


En esta ocasión nos presenta, nos recuerda, una gesta de unos extremeños. Unos soldados que, más que desconocidos, estaban olvidados en nuestra tierra.
En el  terrible verano de 1924, en plena campaña del Rif, en un rincón perdido, enclave estratégico para el control del territorio del Lau, un puñado de soldados, del Regimiento de Infantería “Serrallo” nº 69 y tres soldados de Ingenieros, telegrafistas, van a estar asediados y sometidos al fuego enemigo durante once días. Dos tenientes, un sargento, cuatro cabos y una treintena de soldados resistirán a fuerzas muy superiores causándoles gran número de bajas. Varias columnas, sumando más de diez mil hombres, que sufrieron muchas bajas, hicieron falta para desanudar el dogal que apretaba a aquellos cuarenta valientes.
De ellos, veintidós son extremeños que, como bien señala el profesor Pecellín Lancharro, en la introducción: “solo la escasez, los sufrimientos físicos, las duras tareas agrícolas que llevaban soportando desde su infancia campesina, puede explicar la extraordinaria resistencia de aquellos hombres, capaces de manejar el fusil con la misma eficacia que antes habían demostrado en el uso de la hoz, los azadones o las guadañas bajo el implacable sol de Extremadura. Eran tan duros, si no más, que los curtidos rifeños…”
La guarnición fue premiada con la Medalla Militar colectiva, tras la Cruz de San Fernando, la más importante para un combatiente, premia "Al valor muy distinguido"; auténticos héroes de guerra.
Medalla Militar, 'Al valor muy distinguido'
 Es libro muy sencillo, fácil de leer, una trascripción de documentos y reseñas documentales; es corto y va acompañado de una amplia y siempre interesante documentación gráfica, la mayoría inédita, así como de una sucinta biografía de cada uno de los protagonistas, trabajo en el que el autor se implica y patea la geografía de los héroes, pueblo a pueblo y calle a calle, entra en contacto con familiares, en algunos casos, y con responsables ciudadanos de los que alguno que otro conocía o había oído hablar del personaje al que se honraba con una calle: Valverde de la Vera, Zorita, Madroñera, Zarza de Montánchez, Villamesías, Miajadas, Hinojal, Cañamero, Escurial, Talaván, Torremocha, Plawsenzuela, Huerta de Ánimas, Garrovillas, Botija, Alía, Madrigalejo y Arroyomolinos, son las patrias de nuestros protagonistas.
Un libro en fin, muy sencillo, más parece un catálogo de la Sala de Personajes Extremeños que debería tener un Centro, Museo o como quiera llamársele de temática militar en la que es tan rica nuestra región y que tanta falta nos hace.
Medalla Militar de uno de los héroes de Kobba-Darsa
 Su lectura, y esto es muy personal, me deja un regusto amargo: al leer la trayectoria vital de cada uno de ellos, inédita en la mayoría de los casos hasta este trabajo de Rodríguez Plaza, qué fue de ellos, la Historia les pasó por encima. Así éramos y ojalá no lo sigamos siendo y tengamos presente a tantos conciudadanos que en tantos campos del estudio, el trabajo o la política tanto nos aportaron.
Lectura recomendada y nuestro agradecimiento a don Miguel Ángel, por acercarnos esta gesta.

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