130 años de la Academia General Militar

Es por un Real decreto de 20 de febrero de 1882 cuando se funda la Academia General Militar, sucesora del llamado Colegio General de Todas las Armas.
La Academia estuvo situada en Toledo hasta su disolución en 1893 por el Ministro de la Guerra López Domínguez, responsable de una amplísima reforma organizativa, en la que también desaparecería la Capitanía General de Extremadura.
De esta primera época, 1882-1893 como hemos señalado, saldría un gran número de soldados que destacarían en las Guerras de Cuba, Filipinas y África, por citar algunos Cavalcanti, el héroe de Taxdirt, Primo de Rivera, el primer alumno de ésta época que alcanzaría el generalato, o Ricardo Burguete de Lana, Laureado en Cuba, padre de Laureado, Comandante Militar de Badajoz en 1920-22, Alto Comisario de Marruecos y Presidente Nacional de la Cruz Roja, entre otras muchas consideraciones.
La denominada Segunda Época arranca de 1927, cuando el general Primo de Rivera, por entonces Presidente del Gobierno, presenta al rey Alfonso XIII el Real Decreto de reorganización de la misma. El Decreto, que fue firmado el 8 de enero, apareció publicado el 20 de febrero para señalar la continuidad de la Academia y su entronque con la disuelta veintisiete años antes.
Para esta Segunda Época se escogió la ciudad de Zaragoza, por el excelente campo de ejercicios que la rodeaba, San Gregorio que hoy, muy ampliado y acondicionado, es uno de los mejores de Europa y un de los mejores espacios naturales de la península. De esta Época fue su único director el joven General de Brigada Francisco Franco Bahamonde, héroe de las Campañas africanas, jefe de la Legión y uno de los artífices del desembarco de Alhucemas, 8 septiembre 1925. La Academia sería cerrada en 1931.
La Tercera Época arranca de la ley de 17 de septiembre de 1940, en Zaragoza, iniciando sus cursos como tal en 1942, ya que estos primeros años se establecieron en ella los llamados Cursos de Transformación, a fin de homologar estudios entre los veteranos de la guerra civil, donde formaban algunos de los alumnos de la Segunda Época que no habían podido completarlos.
Esta es la Academia que ahora, con las naturales reformas académicas que los tiempos van imponiendo, alcanza su 130 años y a la que deseamos, al menos, otros tantos… y que sean para bien de España.